Quiénes Somos

Soy Laura, nací en 1985 en Granada capital aunque toda mi infancia la viví en un pueblecito de pescadores llamado el Varadero (Motril).

Ya traía desde que nací habilidades innatas que me hacían sentir diferente desde muy temprana edad. A medida que crecía, me daba cuenta de que no experimentaba el mundo de la misma manera que los demás niños. Aunque no podía entenderlo completamente en ese momento, sabía que vivía en dos mundos diferentes: el mundo físico y un mundo cuántico lleno de seres y experiencias extraordinarias.

Desde mi infancia, podía ver cosas que otros no podían, predecir eventos futuros y experimentar la presencia de seres de otros planos además de realizar viajes astrales a voluntad. Vivía con un pie en cada realidad, lo que me hacía sentirme aislada y, a veces, incomprendida por mi entorno.

Mis padres, como cualquier otro adulto, no podían entender mis experiencias y a menudo intentaban tranquilizarme diciendo que eran solo sueños o fruto de su imaginación. Sin embargo, sabía que lo que experimentaba era real para mí.

Durante la noche, seres de otros planos me visitaban a través de un portal energético en me habitación y me invitaban a unirme a ellos en misiones y tareas. A veces, estas misiones implicaban explorar otros mundos, ayudar a seres en transición (muerte) o incluso realizar procedimientos de sanación cuántica.

A medida que crecía, mis habilidades continuaban desarrollándose. Eso hizo que, en muchas ocasiones, sintiera rechazo en la aceptación de mis dones. La presión social y el miedo a lo desconocido me llevaron a veces a rechazar mis propias experiencias y sentir que más que un don, era una maldición.

En el plano académico, era una niña con altas capacidades y por ese motivo me aburría en clase. Sacar un 10 en un examen, para mí no era un reto, por ese motivo los profesores en numerosas ocasiones quisieron que estuviera en cursos superiores para estimular mi deseo de aprender cosas nuevas, pero mis padres se negaban porque no querían que otros me vieran como la rarita del colegio. Finalmente terminé mis estudios en administración y finanzas.

Mi gran toma de tierra (muy necesaria para mi) fue y es el deporte y la buena alimentación. Soy una apasionada desde mi infancia a cualquier deporte. Jugué a futbol en equipos masculinos ya que siempre se consideró un deporte masculino y donde yo vivía, no había equipos femeninos. Incluso en partidos entre amigos que hacíamos en el barrio, jugaba muchas tardes con los hermanos Callejón quienes uno de ellos, debutó en el Real Madrid.

Me encantaba la natación y fui nadadora federada quedando en aquellos tiempos 3ª de Andalucía y 7ª de España en varios estilos; el ciclismo, balonmano y baloncesto. Así qué, casi cada tarde no hay quien me quite mi rutina de running, King boxing o ejercicios de fuerza con propio peso o pesas.

Con mis primeros trabajos mundanos asumí grandes responsabilidades para mi edad, pero estaba capacitada para todo porque veía venir las cosas y preveía situaciones que otros quizás no veían, así que recuerdo mi primer trabajo donde ya me hacía cargo con 20 años, de 7 empresas y sus correspondiente contabilidad, impuestos y reuniones con los gerentes para explicarles los cambios que debían llevar a cabo, para su bien.

Como esa empresa, vinieron otras tantas donde llevaba cargo de gran responsabilidad. Todo el peso de la empresa recaía sobre mí pero me sentía vacía por eso, decidí dejar ese camino.

Comprendí que no podía negar mi verdadera naturaleza por mucho tiempo. A medida que exploraba más a fondo mis habilidades, me di cuenta de que estaba destinada a ayudar a los demás y a expandir la comprensión de lo que es posible en el mundo. A pesar de las dudas y la soledad que a veces sentía, comencé a abrazar mi singularidad y me dispuse a compartir mis conocimientos y experiencias con aquellos que estuvieran dispuestos a escuchar.

Así comencé el extraordinario viaje de reencuentro conmigo misma, un viaje que me llevaría a explorar los rincones más profundos de la conciencia, a sanar heridas del pasado, a ayudar a otros a descubrir su propia esencia y a formarme en el grado de psicología, coaching, reiki, terapia familiar sistémica y otros.

Con 27 años, inicié mi camino como terapeuta acompañando procesos y aprendiendo de cada terapia algo nuevo. Una nueva forma de vida donde muchos se opusieron y lo siguen haciendo, pero esas personas, en algún momento de sus vidas sentirán un vacío interior, y ahí estaré para acompañarles en su reencuentro consigo mismo porque en la vida yo también me perdí muchas veces y me reencontré, para poder entender cual es el viaje de regreso.

Hoy día trabajo con metodologías propias y herramientas singulares gracias a toda la experiencia adquirida y habiendo acompañado a miles de personas en todos estos años. Sin duda cada paciente y alumno de mis cursos, me hizo ser quien soy hoy día. Gracias a todos los que han formado o forman parte de mi camino. Seguiremos acompañándonos en este hermoso recorrido al que lo llaman vida.

Me llamo Idaira y, aunque nací en Gran Canaria, también tengo sangre catalana por mi padre. Tengo 40 años y soy de Arucas, donde vivo actualmente. 

He realizado danza desde los 5 años hasta mi adolescencia. Para mí, la danza era mi expresión de vida, quería estudiar algo relacionado con el cuerpo y, por medio punto, me quedé a las puertas de estudiar fisioterapia, pero me aceptaron en Ciencias del Mar en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Sin embargo, abandoné mi carrera cuando se cruzó en mi vida el taichi y el chikung, dado que, cuando lo empecé a practicar, me di cuenta que era lo que realmente quería desarrollar de forma profesional. Por tanto, en mis comienzos me ayudó mi experiencia en la danza y fue un gran complemento para desarrollar esta disciplina oriental. Para mí, el taichi/chikung significa danzar con la vida; es sentir cómo el impulso y el respiro de la vida se manifiesta dentro de mí. Y esta sensación de plenitud y serenidad siempre la he querido compartir con el resto del mundo.

A mi padre, que se dedicó muchos años al mundo de la peluquería, también le ocurrió exactamente lo mismo; tuvo una gran experiencia cuando empezó a profundizar en este arte milenario, que también abandonó su profesión para dedicarse a ello. Él fue quien me introdujo en este mundo y siempre le estaré tremendamente agradecida.

En aquella época, hablar de taichi y chikung era algo muy desconocido y mucho más por mi temprana edad. No obstante, aún hoy en día existe una grandísima falta de información respecto a estas artes marciales y disciplinas energéticas. En nuestro caso, aprovechábamos cuando venía a Gran Canaria algún maestro o maestra de fuera, para poder aprender y formarnos, así que, con la ayuda de mi familia y mi madre que tanto me animó a ello, decidí emprender un camino en busca del conocimiento y la fuente.

Es por ello que me formé en varios lugares: Barcelona, Bruselas, Portugal, China… Siempre he ido a la fuente, mi formación ha sido directamente con maestros orientales.

Desde pequeña tengo desarrollada la intuición y siempre me he guiado por ella. Y, en este caso, mi intuición me decía que continuara mi camino y así lo hice y seguiré haciéndolo.

Esto fue uno de los impulsos que me animó a crear en Gran Canaria la primera escuela de formación profesional de chikung terapéutico y taichi chen en las Islas Canarias. Mi ilusión era que las personas que vivieran en las islas no tuvieran la necesidad de salir de ellas para poder tener una formación de calidad y honesta, no solo para quien eligiera el camino del crecimiento interior, sino también para quien quisiera dedicarse a ello de forma profesional. Me ocupé de que el cuadro docente también fuera de calidad, seriamente formado y con experiencia del mismo, ya que siento una gran honestidad en que las personas pudieran crecer y comprender lo importante que es que exista un lugar donde el programa de estudio sea claro, eficaz y que ayude sobre todas las cosas a que las personas aprendan de verdad y de forma profunda.

He tenido muchísimos alumn@s de todas las islas y he visto grandes resultados en la salud en su trayectoria en las clases y los cursos, pero había algo que me faltaba para poder llegar y ayudar en algunos casos en los que la persona necesitara de una ayuda extra. Por ello, me formé como terapeuta holística y paso consulta personal, para que la persona pueda recuperar y reconectar nuevamente con la salud. Acompaño en estos procesos para que la persona haga su trabajo interior de la mejor manera posible con respeto y un puñao de amor.

Toda la programación de la escuela está enfocada a la divulgación y formación de la práctica del Taichi y Chikung, desarrollar una vida saludable y el vital contacto con la naturaleza, con lo que también desarrollamos talleres en este medio para centros educativos y colectivos ecologistas.

Me siento inmensamente feliz y muy agradecida de poder desarrollar mi misión de vida en mi isla. A día de hoy, la escuela ha conseguido tener una relación profesional y amistosa con varios países. Ahora, con la apertura online, tenemos nuevos estudiantes de países como: Argentina, Perú, México, Chile, Alemania e Italia, así como también alumn@s de todas las islas Canarias y personas que, por distancia y horarios, no pueden asistir a clases presenciales.

Siempre es buen momento para comenzar a practicar y la persona puede interesarse en el aspecto marcial, en el aspecto energético o en el aspecto espiritual de crecimiento interior… Igualmente, todos estos aspectos confluyen en salud, bienestar y prevención de enfermedades.

El primer paso hacia el cambio y superación personal es tomar la responsabilidad de si mismo. ¿Estás preparad@?

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